Quiero cerrar este Blog haciendo mención a Juanito Oiarzabal.
He podido convivir con él todos estos días de una forma muy cercana y directa, en diferentes ámbitos y situaciones, como para dar la medida de lo que es una persona.
Tenemos tendencia a hablar de todo sin tener conocimiento, conformando opiniones que muchas veces no son reales, y por tanto no son justas.
La montaña es un medio muy duro y hace falta carácter para enfrentarse a situaciones complejas que, en mayor o menor medida, tarde o temprano, se acaban presentando. Situaciones en las que muchas veces esta en juego la vida misma.
Durante estos días en los Alpes yo he podido ver cariño en la gente hacia Juanito Oiarzabal. Y también he podido ver cercanía en las dos direcciones; de la gente hacia él y de él hacia la gente. Atiende a todo el que se lo solicita y esta con ellos el tiempo necesario, hablando, compartiendo una cerveza o lo que haga falta.
Pero en todo caso, por encima de su carácter -que a algunos podrá no gustar- están sus éxitos en el alpinismo. ¡abrumadores! ¡espectaculares!
26 ocho miles…, 28 cumbres Aconcagua…, las montañas de los Alpes miden unos centímetros menos, debido a las pasadas que ha realizado Juanito por sus cumbres…, montañas de Ecuador, de Chile, de Norteamérica, de Alaska…, en fin, de todo el mundo.
Detrás de todo este bagaje hay mucho trabajo, mucho esfuerzo y muchos sacrificios de todo tipo.
Creo sinceramente que su figura no esta reconocida como debiera ni en Euskadi, ni en España, ni en el extranjero.
Me produce malestar ver como personas con muchos menos éxitos tienen mas reconocimiento, mas proyección mediática, y mas de todo…; y me da rabia, ver como se pavonean por las montañas personas con uno o dos ochomiles (-o ni eso-) dando autenticas “chapas” a los que estamos a su lado.
En la cima del Goikogane, hay una placa que dice: “El montañismo es la expresión mas noble del deporte”. Si esto es así –que yo lo creo- Juanito es el más noble de todos los que practicamos este deporte; o mejor dicho, este modo de vida. Es por tanto, un espejo que debemos de cuidar y en el que se deben de mirar nuestros jóvenes.
Creo que las instituciones públicas, asociaciones deportivas y los medios de comunicación tienen la obligación de “vender” todos esos valores que representa Juanito Oiarzabal, reflejados en sus éxitos y que tan necesarios son hoy en día.
Él, por si solo, es una enciclopedia andante del alpinismo (como mencionaba en el prólogo de este Blog), pero sobre su enorme figura no veo libros, ni películas, ni “nada de nada” con una cierta calidad y buen hacer. Si fuera ciudadano de EEUU o de Francia o de cualquier otro país avanzado, muy probablemente la situación seria radicalmente distinta.
Quiero que sepas que ha sido un placer compartir estos días contigo.
Gracias Juanito !